¡Todo está en el nombre! La orquídea florece en otoño (finales de agosto para ser exactos...) y su inflorescencia describe una espiral. Es a la vez raro, excepto en ciertos departamentos del sur de Francia, y poco visible.

Los aficionados a las orquídeas son menos activos en la prospección a finales de agosto y ésta cae fuera de los períodos habituales de observación. A veces, además, florece sin previo aviso: sin previo aviso se va, el tallo emerge, las flores de la orquídea desaparecen en no más de veinte días (experimentado). Descubrirlo a veces es cuestión de casualidad o gracias a una transmisión entre iniciados. Dadas sus necesidades específicas en términos de biotopo, a veces encontrará refugio en zonas urbanas (césped no pisoteado pero cortado regularmente, zona de cementerio cuidada, etc.)

En principio, las hojas son visibles (pero hay que fijarse en ellas) antes de la floración.

El género Spiranthes está ampliamente distribuido por todo el mundo y en ambos hemisferios, lo cual es poco común entre las orquídeas (aparte de las especies intertropicales, claro).

Spiranthes espiralis y su "primo" Spiranthes aestivalis son europeos y los encontraremos en Francia más bien en el sur, pero su presencia está probada en muchos departamentos, aunque es rara. Spiranthes aestivalis prefiere suelos más húmedos que Spiranthes espiralis, que prefiere suelos calizos frescos o secos. Morfológicamente diferenciarlos también será sumamente complicado. Un cambio en la fecha de floración añadirá aún más confusión: de ahí a suponer que sólo hay una especie con localidades de floración temprana...

De tamaño variable (entre 5 y 30 cm), se encontrará en zonas con hierba corta y, por tanto, será visible a pesar de su pequeño tamaño para un observador atento.